La principal diferencia entre pain perdu y la tostada francesa es que en el primero se usan dos recipientes para mojar el pan y en el segundo se usa un único recipiente. Ambas recetas son facilísimas.
En un bol pon 2 huevos y una pizca de sal; en otro bol vierte 200 ml de leche.
Corta el pan duro en rodajas de 2 centímetros.
Distribuye mantequilla en una sartén y ponla a fuego fuerte.
Moja las rodajas de pan en la leche durante un segundo cada lado.
Moja la misma rodaja en el huevo durante un segundo cada lado.
Pon la misma rodaja en la sartén durante un minuto por un lado, o cuando se empiece a dorar, y otro minuto por el otro lado. Realiza la misma acción con el resto de rodajas de pan.
Antes de servir, espolvorea un poco de azúcar encima del pain perdu... Et voilà! A disfrutar del pain perdu!
Tostada Francesa
En un mismo bol pon los huevos, la leche, la canela, el azúcar avainillada, una pizca de sal y nuez moscada. Bate con una varilla de mano y reserva.
Corta el pan de molde en rebanadas con un grosor de 1,5 ó 2 centímetros.
Pon una cucharada de mantequilla en la sartén a fuego fuerte.
Moja la rebanada de pan en la mezcla de huevo durante 6 segundos cada lado.
Pon la tostada en la sartén. Levanta un poco la rebanada, y si ves que se está dorando, le das la vuelta. Calcula 40 segundos cada lado.
Saca la tostada de la sartén y la pones brevemente encima de papel de cocina.
Adereza la tostada con lo que más te guste: sirope, mermelada, frutos del bosque, azúcar... Et voilà! Tienes lista una riquísima tostada francesa!