Las natillas caseras están dentro del amplio abanico de postres que hacía mi abuela y que, a día de hoy, me llevan del paladar a mi infancia.
Me acuerdo cuando íbamos a comer los domingos a casa de mi abuela. Yo iba feliz. Por dos motivos: ver a mi abuela y el postre de los domingos en su casa. Sabía que después de la comida iba a tener mi premio: ¡natillas!
Siempre las hacía porque sabía que nos encantaban a todos, aunque alguna vez quería variar con nuevos postres y es cuando llegaban mis pucheros. Era una niña de costumbres y no me gustaban mucho los cambios, sobre todo cuando se trataba de mis postres favoritos.
Reconozco que tenía idolatradas las natillas de casa de mi abuela, pensaba que sólo ella podía darle ese toque especial. Pero cuando me lancé a hacerlas por primera vez, me di cuenta que eran fáciles de hacer y estaban riquísimas, casi tanto como las de mi abuela.
Es un postre muy agradecido, la elaboración es sencilla y con ingredientes simples como la leche y el huevo. Cuando hagas más veces este postre casero, podrás ir dándole tu propio toque y aromatizarlas a tu gusto; ya sea con una rama de canela, con dos pieles de limón o una piel de limón y otra de naranja, dándole un aroma cítrico. Recuerda siempre pelar las pieles tanto de limón como de naranja sin lo blanco.
Cómo Hacer Natillas Caseras
1. Lo primero que vamos a hacer es aromatizar la leche. En un cazo pon 800 ml. de leche entera con una rama de canela a fuego medio-alto hasta que empiece a hervir. Vierte el resto de la leche en un vaso (200 ml.).
2. Mientras tanto, al vaso de leche le añades una cucharada de maicena, y remueve hasta que ésta esté bien disuelta.
3. En un bol bate 8 yemas con batidora de varillas, junto con el azúcar y el vaso de leche con maicena.
4. Una vez la leche con la canela empiece a hervir, la retiras del fuego.
5. Vierte la leche, con un colador, en el bol con la mezcla de las yemas, el azúcar y el vaso de leche con maicena, y remueve con un tenedor.
6. Pon la mezcla en un cazo a fuego bajo. Con la ayuda de una cuchara de madera ve dándole vueltas sin parar para evitar que empiece a hervir y se cuajen las yemas.
7. Vas a ver que sale espuma, sigue removiendo hasta que desaparezca. Cuando ya no tenga espuma, las natillas ya están hechas. Retíralas del fuego.
8. Cuela las natillas con un colador sobre una fuente honda y déjalas reposar en la nevera un par de horas hasta que se enfríen completamente. Et voilà! , ya tienes las natillas listas para degustar!
Pon en un cazo la rama de canela y 800 ml. de leche entera a fuego medio-alto hasta que empiece a hervir. El resto de la leche lo pones en un vaso (200 ml. ).
Al vaso de leche le añades la maicena y remueve hasta que se disuelva.
En un bol bate ocho yemas con el azúcar y el vaso de maicena.
Cuando la leche empiece a hervir retírala del fuego y la viertes, con un colador, en el bol.
Pon toda la mezcla en un cazo a fuego bajo y con una cuchara de madera remueve sin parar.
Cuando veas que sale espuma, sigue removiendo hasta que desaparezca. Cuando ya no tenga espuma, ya están hechas las natillas. Retíralas del fuego.
Cuela las natillas sobre una fuente honda y mételas en la nevera.
En nuestro recetario, este pastel de cumpleaños con dulce de leche ocupa un lugar muy especial.
A todos nos gustan repetir una y otra vez esos sabores que asociamos, de manera consciente o inconsciente, a los momentos de felicidad que vivimos en nuestra infancia, y con los cuales recreamos nuestros sentidos ya siendo adultos.
El proceso es el siguiente: te encuentras con ese sabor que tanto te gustaba en tu infancia, aunque ya seas todo un hombre o toda una mujer, empiezas a comerlo con tranquilidad y autocontrol, pero ves que por alguna extraña razón vas perdiendo ese aparente control y no puedes parar de comer … ¡hasta que te empachas! Descansas un tiempo … incluso piensas que nunca más lo volverás a probar … pero al tiempo retomas la relación. Esto me ha pasado taaaantas veces!
Y a Víctor le ocurre lo mismo con el dulce de leche, es su perdición. Es capaz de comerse un bote entero en un día. Lo que más le puede gustar es cuando el dulce de leche se enrosca en la cuchara. Y lo come de todas las formas posibles: helado de dulce de leche, crepes con dulce de leche, tarta con dulce de leche, flan de dulce de leche o dulce de leche solo.
Pastel de Cumpleaños para Niños y Adultos
¿Os imagináis un alfajor gigante? Pues es la imagen que siempre tiene Víctor de esta receta de pastel de cumpleaños. Cuando pruebas la textura de las distintas capas a la vez, bizcocho esponjoso y dulce de leche, no puedes dejar una miga en el plato!
Feliz cumpleaños, feliz …. mmmmmm. Esta tarta te va a poner a prueba en cualquier cumpleaños que celebres cuando vayas a cantar happy birthday, soplar velas o felicitar a alguien ¡sin la boca llena! Bueno, exagero un poco, pero estoy segura que no te va a defraudar. Y a medida que la vayas haciendo para más eventos, podrás ir personalizando la presentación a tu gusto.
Este pastel y la tarta de chocolate y galleta son las más solicitados en todos y cada uno de los cumpleaños que se celebran en su familia. Es una receta original de la abuela de Víctor, y distinta a otra que hayas podido probar, está muy rica y es fácil de hacer.
Cómo Hacer Pastel de Cumpleaños con Dulce de Leche
La elaboración de esta tarta de cumpleaños con dulce de leche consta de dos partes: el bizcocho y el montaje posterior con el dulce de leche y la cobertura de nata montada.
1. Pon a calentar el horno a 180o arriba y abajo.
Bizcocho
2. Separa las yemas de las claras de 4 huevos y las pones en dos boles distintos. Reserva las claras. Tip: es importante que todos los ingredientes a la hora de hacer un bizcocho estén a temperatura ambiente, y no recién sacados de la nevera. Recuerda sacarlos un rato antes.
3. Pon en un bol 200 gramos de azúcar y las yemas, y lo bates todo junto con la batidora de varillas hasta blanquearlas, quedando todo el azúcar integrado en las yemas.
4. Agrega poco a poco el aceite de girasol mientras bates con la batidora de varillas a velocidad media, hasta que la mezcla absorba todo el aceite.
5. Ralla la piel de una naranja y reservas esta ralladura. Ahora exprime dos naranjas para hacer zumo, y lo añades poco a poco en la mezcla con la batidora media hasta que se integre del todo.
Ya tienes los ingrediente húmedos integrados, ahora vas a unir los secos.
6. En un bol unes 250 gramos de harina, una pizca de sal y la cucharadita de Royal. Vuelca en un colador un tercio de este polvo seco, tamiza encima de la mezcla de las yemas dando golpecitos al colador y, mientras, vas batiendo con la batidora de varillas a velocidad media. Repites este proceso hasta tres veces, para que no se hagan grumos.
7. Ahora añade la ralladura de la piel de naranja a la mezcla de las yemas, y bates a velocidad media.
8. Ahora es el turno de las claras. Lava bien las varillas y bates hasta que estén a punto de nieve. Esto lo sabes cuando están bien blancas y al darle la vuelta al bol, no se caen por su consistencia. Y lo unes a la mezcla del principio con la ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes para que no se baje.
9. Una vez esté todo integrado, lo vuelcas en un molde circular de 20 centímetros, el cual previamente ha sido untado con mantequilla y harina para que el bizcocho no se pegue. Otra opción es ponerle papel de horno.
10. Metes la mezcla en el horno precalentado a 180 grados durante 45 minutos. Pasado este tiempo, procura no abrir la puerta del horno antes, abre un poco el horno y pincha en el centro con una aguja y si sale limpia es que ya está listo. Y si sale manchada o húmeda lo dejas 5-10 minutos más. Va a depender mucho de tu horno y el molde que utilices, por eso es bueno pincharlo, para saber si está listo o está aún crudo.
11. Cuando el bizcocho esté listo, abre el molde y lo dejas enfriar en una rejilla. Cuando esté frío lo cortas en tres partes y cada capa lo rellenas con dulce de leche. Sé generosa con cada capa de dulce de leche, esta capa es lo que le va a dar la jugosidad al bizcocho.
Montaje
12. Ahora toca cubrir el bizcocho. Con una batidora de varillas montas 500 gramos de nata para montar y 150 gramos de azúcar, y lo cubres todo con la nata montada. Yo he usado una manga pastelera para hacer una pequeña decoración… Et voilà! Tienes listo un riquísimo pastel de cumpleaños para disfrutar en familia y con amigos.
Separa las yemas de las claras. Reserva las claras.
Vierte en un bol el azúcar y las yemas, y lo bates todo junto con la batidora de varillas hasta blanquearlas.
Agrega poco a poco el aceite de girasol a la mezcla de yemas mientras bates con la batidora de varillas a velocidad media.
Ralla la piel de una naranja y reservas esta ralladura. Ahora exprime dos naranjas para hacer zumo, y lo añades poco a poco a la mezcla de yemas con la batidora a media velocidad hasta que se integre del todo.
En un bol une la harina, una pizca de sal y la cucharadita de Royal. Con un colador, tamiza este polvo seco encima de la mezcla de yemas y, a su vez, bates con la batidora de varillas a velocidad media. Así tres veces, para que no se hagan grumos.
Añade a la mezcla la ralladura de la piel de naranja a la mezcla, y bates a velocidad media.
En otro bol aparte bates las claras hasta que estén a punto de nieve, y las unes a las yemas con una pala haciendo movimientos envolventes para que no se baje.
Una vez esté todo integrado, lo vuelcas en un molde circular de 20 centímetros.
Metes la mezcla en el horno precalentado a 180 grados durante 45 minutos.
Montaje
Cuando el bizcocho esté listo, abre el molde y lo dejas enfriar en una rejilla. Cuando esté frío lo cortas en tres partes y cada capa lo rellenas con dulce de leche.
Con una batidora de varillas montas la nata y el azúcar, y luego cubres todo el pastel con la nata montada… Et voilà! Tienes listo un riquísimo pastel de cumpleaños.
¡No te vas a poder resistir a este flan de leche condensada!
A Victor y a mí nos une la misma pasión por los dulces y los postres caseros. Es oficial: ¡somos glotones! Y además hemos tenido la suerte de formar parte de familias numerosas con cultura de comer bien y disfrutar de cada bocado, claro está que a veces tenías que ser el más rápido, o por lo menos no ser el más lento 🙂
En nuestras casas los postres ocupan un lugar importante. No por ser lo último tienen que ser menos, nosotros siempre los tratamos con mucho mimo y cariño, sobre todo porque son el broche de oro a las comidas.
Cuando Víctor era pequeño le encantaba el flan. Tanto era su obsesión por el flan que nada más despertarse desayunaba flan, comía flan y cenaba flan. Y si fuera por él sólo hubiera sido flan.
Su paso natural era que aprendiera a hacerlos él mismo, así podría comer cuantos quisiera.
Entonces su abuela le dio una receta casera que no le pudo rechiflar más, contenía dos de las cosas que más le podían gustar en ese momento: flan de huevo y leche condensada.
Según su hermana pequeña, uno de los recuerdos más felices de su infancia era cuando Víctor hacía este flan para el postre: “Le salían impresionantes, aún me acuerdo de su textura y al cortar el flan la pared estaba completamente lisa, sin grumos”.
Con esta receta casera de la abuela de Víctor sabrás cómo hacer un flan de leche condensada delicioso y muy fácil con sólo cuatro ingredientes: leche condensada, leche entera, huevos y azúcar
Cómo Hacer Flan de Leche Condensada
Este flan, a diferencia del flan de huevo casero, lo vamos a hacer con una flanera grande.
1. Prepara el baño María poniendo el horno a 180° y metiendo una fuente con agua hasta la mitad, para que se vaya calentando el agua.
2. Ahora pon en un cazo 125 gramos de azúcar y una cucharadita de agua a fuego fuerte. No remuevas el azúcar, sólo agita el cazo hasta que que vaya mezclándose bien el azúcar y cogiendo color de manera uniforme. Cuando esté dorado lo apartas del fuego y viertes el caramelo en la flanera. Lo reservas y dejas enfriar.
3. Vierte en un bol 1 bote pequeño de leche condensada (370 gramos) y, usando como medida ese mismo bote de leche condensada vacío, añade 1 bote de leche entera. Remueve con la espátula hasta que esté todo integrado.
4. En otro recipiente pon 4 yemas de huevo y lo bates con un tenedor bien.
5. Añade las yemas a la leche y los remueves todo bien con la espátula o una varilla de mano hasta que quede todo bien incorporado. Y reservas.
6. Con las claras que te han sobrado, las montas a punto de nieve con una batidora de varillas a velocidad alta.
7. Una vez tengas las claras montadas, lo mezclas todo con una espátula, removiendo de forma envolvente para que no se baje el volumen de las claras.
8. Ahora, con la mezcla bien integrada, viértela en la flanera previamente caramelizada. Recomendación: pasa la mezcla por un colador mientras la vuelcas en la flanera para quitar posibles grumos y rebajar un poco las burbujas.
9. Tapa la flanera y métela dentro del baño María que ya tenías preparado en el horno. Cierra la puerta del horno y 50’ después tu flan de leche condensada ya estará listo. Asegúrate que esté hecho pinchando una aguja. Si sale manchada déjalos unos minutos más. Si sale limpia es que ya está cuajado.
10. Déjalo enfriar unos diez minutos a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera. El tiempo de reposo en la nevera es de 3 horas.
11. Cuando lo vayas a comer lo desmoldas pasando un cuchillo para despegar los bordes. Pon un plato encima de la flanera y dale la vuelta. Et voilà ya tienes listo el flan que te teletransportará a tu infancia!
Flan de Leche Condensada. Receta de la Abuela
Con esta receta sabrás cómo hacer un flan de leche condensada delicioso y muy fácil con sólo cuatro ingredientes: leche condensada, leche entera, huevos y azúcar.
Precalienta el horno a 180° y prepara el baño María metiendo una fuente con 3 dedos de agua.
Caramelo
En un cazo pon el azúcar y el agua a fuego fuerte. Ve agitando el cazo hasta que se vaya dorando el azúcar de manera uniforme. En cuanto esté el caramelo lo apartas del fuego y viertes en la flanera. Lo reservas y dejas enfriar.
Flan
Vierte en un bol un bote de leche condensada y la medida de un bote de leche entera. Remueve hasta que esté todo integrado.
En otro recipiente pon 4 yemas de huevo y lo bates bien.
Añade las yemas a la leche y lo integras todo bien. Y reservas.
Monta las claras a punto de nieve y luego lo mezclas todo junto con una espátula, removiendo de forma envolvente.
Ahora vierte esta mezcla en la flanera previamente caramelizada.
Al baño María
Tapa la flanera y métela dentro del baño María que ya tenías preparado en el horno. Cierra la puerta del horno y 50’ después tu flan de leche condensada ya estará listo.
Este paso lo puedes hacer en una olla exprés y hacerlo en 25 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, pincha una aguja en el flan. Si sale limpia, el flan está listo.
Reposo
Déjalo enfriar unos diez minutos a temperatura ambiente antes de meterlo en la nevera. El tiempo de reposo en la nevera es de 3 horas.
Cuando lo vayas a desmoladar, usa antes un cuchillo para despegar los bordes. Pon un plato encima de la flanera y dale la vuelta. Et voilà ya tienes listo un delicioso flan de leche condensada!
El flan de huevo casero es, junto al arroz con leche, el postre que me lleva a mi infancia.
Los veranos en el campo tenían muchas cosas que la ciudad no tenía.
No solo ha sido mi mejor campamento de verano sino que la calidad de los productos era lo que ahora llaman de proximidad, producto biológico 100%.
Mi abuela Margarita tenía un pequeño corral con gallinas…. Había muchos huevos…y estaban buenísimos!
Unos de los postres recurrentes y que más me chiflaban eran los flanes.
Mi abuela los hacía de todas las maneras, no sólo esta receta del flan con huevo, sino también hacíaflan de café o flan de huevo y leche condensada.
Cuando somos muchos en la mesa hago el flan grande. Para esa ocasión uso esta flanera. Pero generalmente, si es para comer en casa, lo hago en flaneras individuales.
Receta del Flan de Huevo Casero para 6 Personas
1.Precalienta el horno a 180° y prepara el baño María de la siguiente forma: Mete en el horno una fuente tipo Pyrex con 3 dedos de agua para que esta se vaya calentando. Ten en cuenta que te tienen que caber las 6 flaneras individuales en esta fuente.
Caramelo
2. En un cazo pon 2 cucharadas grandes de azúcar y una cucharadita de agua a fuego fuerte. El truco del caramelo es no removerlo, ni con cucharas de madera ni de metal, solo tienes que ir agitando el cazo para que vaya mezclándose bien el azúcar y cogiendo color de manera uniforme. En cuanto esté dorado lo apartas del fuego y lo repartes en la 6 flaneras pequeñas. Una vez tengas dentro de las flaneras el caramelo, ve girándolas para que el caramelo se vaya moviendo y se pegue bien al fondo y también a los bordes. Ten mucho cuidado con el caramelo porque quema muchísimo!
Flan de Huevo
3. Bate 6 huevos enteros con una varilla de mano o batidora de vaso.
4. Añade al huevo 3 vasos de leche ( 570 ml. ) y 12 cucharadas de azúcar ( 250 gr. ). Bátelo a baja velocidad, en caso de utilizar batidora eléctrica, así evitarás que le salgan muchas burbujas al flan.
5. Ahora reparte esta mezcla en la flaneras en las que previamente pusiste el caramelo. Recomendación: pasa la mezcla por un colador antes de volcarlo en las flaneras para quitar posibles grumos y rebajar un poco las burbujas.
Baño María
6. Tápalas primero con papel de plata. (Si lo haces en la flanera grande es muy cómodo porque ya las venden con tapa). Esta manera de hacer el flan es en el horno, pero también se puede hacer en la olla express.
7. Mete las flaneras dentro del baño María que ya tenías preparado en el horno. Cierra la puerta del horno y 35’ después tus flanes individuales estarán listos! Asegúrate que esté hecho pinchando una aguja. Si sale manchada déjalos unos minutos más. Si sale limpia es que ya está cuajado.
Tiempo de Reposo
8. Déjalos enfriar unos diez minutos a temperatura ambiente antes de meterlos en la nevera. El tiempo de reposo en la nevera es de 3 horas.
9. Cuando los vayas a comer los desmoldas pasando un cuchillo para despegar los bordes. Pon un plato encima y dale la vuelta a cada flanera. Y voilà ya tienes listo el flan que te teletransportará a tu infancia!
Flan de Huevo Casero. Receta de la Abuela
Esta receta de flan de huevo casero al horno era una de las especialidades de mi abuela en los veranos de mi infancia.
Precalienta el horno a 180° y prepara el baño María metiendo una fuente con 3 dedos de agua.
Caramelo
En un cazo pon el azúcar y el agua a fuego fuerte. Ve agitando el cazo hasta que se vaya dorando el azúcar de manera uniforme. En cuanto esté el caramelo lo apartas del fuego y lo repartes en la 6 flaneras pequeñas.
Flan
Bate los huevos a mano o con una batidora de vaso.
Añade al huevo la leche y el azúcar. Bate a baja velocidad así evitarás que le salgan muchas burbujas al flan.
Ahora reparte esta mezcla en la flaneras en las que previamente pusiste el caramelo.
Al horno
Tapa las flaneras con papel de plata. Si lo haces en la flanera grande ya vienen con tapa.
Mete las flaneras dentro del baño María que ya tenías preparado en el horno. Cierra la puerta del horno y 35’ después tus flanes individuales estarán listos!
Reposo
Déjalos enfriar unos diez minutos antes a temperatura ambiente antes de meterlos en la nevera. El tiempo de reposo en la nevera es de 3 horas.
Cuando los vayas a comer los desmoldas pasando un cuchillo para despegar los bordes. Pon un plato encima y dale la vuelta a cada flanera. Et voilà ya tienes listo el flan que te teletransportará a tu infancia!
De todas las tartas que he probado en mi vida, tengo que decir que esta tarta de chocolate y galleta está ESPECTACULAR.
Esta receta casera es una receta que ha pasado de generación en generación en la familia de Víctor. Y ahora su abuela, o Nona como ellos la llaman, la ha compartido con sus hijos y nietos.
Él tiene especial cariño a esta tarta de galletas y chocolate. Le recuerda a su infancia, y a día de hoy la sigue disfrutando como si tuviera seis años.
Siempre que me hablaba de ella me decía que no había otra igual, que era la mejor tarta de chocolate que iba a probar nunca. Y me generó tanta intriga que tenía que hacerla para probarla…¡y voy a tener que darle la razón!
En muchos restaurantes esta tarta de chocolate y galleta,también conocida como tarta de cumpleaños, se presenta con lacasitos y demás toppings para darle un toque festivo y cumpleañero. Hay que decir que es el perfecto pastel de cumpleaños para niños y adultos. Pero también para cualquier otro tipo de eventos familiares u ocasiones especiales.
En mi planning para hacer las fotos pensé que decorarla como lo hacen los demás era lo suyo. Victor me para en seco y me dice: “Lacasitos no”. Fuimos al ikea a comprar un plato para tartas para que reflejara su categoría. Como podéis ver en la foto ésta se presenta como una Doña Señora Tarta. Para Victor lo es. Y le entiendo. Está espectacularmente buena.
Si eres muy chocolatero, y te gustan mucho los postres de chocolate, esta tarta va a estar entre tus favoritas. Y es un postre fácil de hacer y sin horno.
Para los menos chocolateros, la pueden acompañar con un poco de nata líquida para bajar el sabor achocolatado. Aún así esta tarta casera sigue estando para chuparse los dedos.
Cómo Hacer Tarta de Galletas y Chocolate Sin Horno
Derrite el chocolate al baño María ¿Cómo? Trocea 300 gramos de chocolate con leche y 150 gramos de chocolate negro y pones los trozos en un bol de cristal. Pon un cazo con agua al fuego y pon el bol de cristal encima sin que toque el agua preferiblemente. Con el agua caliente, sin que llegue a hervir del todo, vas removiendo con una varilla de mano hasta que el chocolate se derrita y quede muy fino. Y reservas.
Pon en otro bol 6 yemas, 150 gramos de azúcar y 150 gramos mantequilla pomada. Y bate con una batidora de varillas.
Incorpora la mezcla al chocolate e intégralo bien con una espátula. Es importante que el chocolate no esté demasiado caliente.
Monta 200 gramos de nata con la batidora de varillas durante 3 minutos hasta que espese.
Añade el chocolate a la nata montada con cuidado y mezclándolo muy bien.
Vierte leche en un plato hondo y moja las galletas María de una en una.
Forra el interior del molde desmontable de 20 cm con papel horno.
Rellena el fondo del molde, sin que queden huecos. El orden es el siguiente: galletas – mezcla – galletas – mezcla – galletas – mezcla.
Una vez has montado la tarta, métela en la nevera toda la noche para que esté lista para el día siguiente. Et voilà! … Ya tienes una riquísima tarta de chocolate y galleta.
De momento, en el blog tenemos dos recetas de tarta sin horno de chocolate. Esta tarta y la tarta de mousse. Y la competencia por llevarse el primer puesto es muy dura. Una receta es de Víctor y la otra es mía. Cada uno barre para su casa, así que te dejamos a ti para que decidas el ganador.¿Esta tarta de galletas y chocolate de la abuela de Víctor? ¿O la tarta con mousse de chocolate y galletas?
Derrite el chocolate al baño María, removiendo mucho hasta que quede muy fino.
Pon en un bol 6 yemas, el azúcar y la mantequilla blandita (pomada). Y bate con una batidora de varillas.
Incorpora la mezcla al chocolate e intégralo bien con una espátula. Es importante que el chocolate no esté demasiado caliente.
Monta la nata con la batidora de varillas durante 3 minutos hasta que espese.
Añade el chocolate a la nata montada con cuidado y mezclándolo muy bien.
Prepara un plato con leche para mojar las galletas.
Forra el interior del molde desmontable de 20 cm con papel horno.
Rellena, sin que queden huecos, el fondo del molde. El orden es el siguiente: galletas – mezcla – galletas – mezcla – galletas – mezcla.
Una vez has montado la tarta, métela en la nevera toda la noche para que esté lista para el día siguiente. Et voilà! … Ya tienes una riquísima tarta de galletas y chocolate de la abuela.
UTENSILIOS
Batidora de Varillas
Molde Desmontable
NOTAS
Si te sobra chocolate del relleno, al desmoldar la tarta puedes usarlo para cubrir la tarta por los lados.Puedes adornar la tarta con chocolate rallado.
Un postre tradicional y muy popular de la cocina española es la crema catalana.
Me encanta la gastronomía que ofrece mi tierra, muy rica y variada, ¡y su cultura del buen comer! Sus distintos climas y paisajes, que varían de norte a sur y de este a oeste, aportan ingredientes de alta calidad y especialidades culinarias deliciosas. Y esta cultura gastronómica es algo que trataré de pasar a mis hijos.
Aunque tanto la crema catalana como la crème brûlée son natillas cubiertas con azúcar quemada, son postres muy parecidos pero tienen grandes diferencias. La crema catalana es un postre español que se cocina removiendo en la cazuela, mientras la crême brûlée es un postre francés que se cocina a fuego lento y posteriormente termina por cocinarse en el horno.
Este postre es muy tradicional y una herencia de nuestra rica cultura gastronómica ¿Tú que harías? ¿Te quedarías con las cazuelas de barro o pondrías la crema en otro tipo de cuenco?
Si nunca has hecho este postre casero, y te estás preguntando cómo hacer crema catalana, te aseguro que es un postre sencillo y fácil de hacer. Sólo tienes que seguir los pasos que te voy a detallar en la receta.
De un postre sale otro postre. Durante la elaboración de la crema, me han sobrado ocho claras. ¿Y ahora que hago yo con estas claras? ¡Pues hacer una pavlova de frutos rojos!
Cómo Hacer Crema Catalana Casera
1. Vierte un litro de leche en una cacerola y añade una rama de canela y una corteza de un limón.
2. Ponlo a fuego fuerte y justo cuando empiece a hervir, lo bajas dejándolo así 5 minutos. Después lo reservas con la cacerola tapada, para que la leche siga adquiriendo el sabor.
3. Separa 8 yemas de las claras, y las pones en un bowl. Añade 150 gramos de azúcar y lo bates con una batidora de varillas: primero lento y luego a más velocidad hasta que la mezcla se ponga más blanquecina y espumosa, y el azúcar se haya disuelto.
4. Ponle a las yemas 2 cucharadas de maicena y bates con la máquina de varillas hasta que esté todo bien integrado.
5. Después vierte la leche en la mezcla con la ayuda de un colador, quitando la rama de canela y la corteza de limón. Mezcla durante un segundo con la máquina de varillas eléctrica.
6. Una vez tengas toda la mezcla integrada, la pones de nuevo en el fuego a nivel medio. Remueve con una varilla de mano hasta que empiece a hervir. Verás que empieza a espesar, pero no lo dejes muy muy espeso porque al enfriar también va a espesar y queremos que quede cremoso.
7. Una vez la crema haya espesado lo suficiente, la retiras del fuego y la sirves en cazuelitas de barro.
8. Deja que se atempere 10 minutos y metes la crema en la nevera durante 3 horas hasta que repose y enfríe. Ten en cuenta este tiempo de reposo por si quieres servir la crema el mismo día o de un día para otro.
9. Antes de servir, espolvorea con una cuchara una fina capa de azúcar por encima de cada cacerola. Y ahora llega la hora de dar ese toque doradito y crujiente a la crema que tanto nos gusta. Con un soplete empieza a quemar, a cierta distancia, el azúcar hasta hacer una fina capa de caramelo.
Te recomiendo sacar la crema de la nevera media hora antes de comerla, para que puedas disfrutar de su cremosidad.
Receta de Crema Catalana Casera
La crema catalana es un postre tradicional y muy popular de la cocina española. Es muy fácil de hacer ¡y sale riquísima!
1cucharadaazúcar por ración para caramelizaropcional
Elaboración paso a paso
Vierte la leche en una cacerola y añade una rama de canela y una corteza de un limón.
Ponlo a fuego fuerte y justo cuando empiece a hervir, lo bajas dejándolo así 5 minutos. Después lo reservas con la cacerola tapada.
Separa 8 yemas de las claras, y las pones en un bowl. Añade 150 gramos de azúcar y lo bates con una batidora de varillas: primero lento y luego a más velocidad hasta que la mezcla se ponga más blanquecina y espumosa.
Ponle a las yemas 2 cucharadas de maicena y bates con la máquina de varillas hasta que esté todo bien integrado.
Vierte la leche en la mezcla con la ayuda de un colador, quitando la rama de canela y la corteza de limón. Mezcla durante un segundo con la máquina de varillas eléctrica.
Una vez tengas toda la mezcla integrada, la pones de nuevo en el fuego a nivel medio. Remueve con una varilla de mano hasta que empiece a hervir.
Una vez la crema haya espesado lo suficiente, la retiras del fuego y la sirves en cazuelitas de barro.
Deja que se atempere 10 minutos y metes la crema en la nevera durante 3 horas hasta que repose y enfríe
Antes de servir, espolvorea con una cuchara una fina capa de azúcar por encima de cada cacerola y con un soplete quema el azúcar hasta hacer una fina capa de caramelo. Et voilà! Acabas de hacer una riquísima crema catalana!
Cómo Hacer la Costra Caramelizada de la Crema Catalana
Cremosa, suave y … crujiente. ¡Lo tiene todo!
La crema catalana pertenece a la misma familia de las natillas y cremas pasteleras, pero se diferencia por su característica costra de caramelo tostado que corona la crema y le da ese toque dorado y crujiente.
Esta costra es opcional, pero es una buena forma de sorprender a la familia mostrando tus habilidades de repostería. Es muy sencillo de hacer. Sólo tienes que espolvorear azúcar en la superficie de la crema y luego quemarlo con un soplete culinario. Acercas con cuidado la llama azul al azúcar hasta que primero se hace líquido y luego se acaba tostando. Es por esto que también se le conoce por el nombre de crema quemada.
Todos los postres de este blog están hechos con ❤️
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