¡Esta receta de torrijas caseras va a hacer que te chupes los dedos!
Las torrijas es un postre tradicional que se asocia con la Semana Santa. Es en esta época del año cuando en todos los hogares españoles se puede disfrutar de uno de los dulces más deliciosos y característicos de nuestro país.
Además, para que nos salgan deliciosas, las panaderías hacen y venden en esta época el pan de torrija, un pan que tiene mucha miga, y es más compacto, y no se deshace cuando lo mojas en leche y luego lo pasas por la sartén. Por eso no se recomienda usar el pan del mismo día para hacerlo, pero otra opción es usar pan de barra del día anterior.
Los que lleváis tiempo siguiendo este blog, sabéis que Arcos de la Frontera ocupa un lugar muy especial de mi corazón. Ahí he pasado gran parte de mi infancia con mi abuela. En Semana Santa, como en Navidad, vamos toda la familia al sur de España para reunirnos. Y aprovechamos para disfrutar de postres tradicionales como éste.
Cómo Hacer Torrijas Caseras
1. Lo primero es aromatizar la leche. Pon en un cazo mediano un litro de leche con la rama de canela y la piel del limón (4 tiras de piel y sin lo blanco) y 2 cucharadas de azúcar. Déjalo a fuego medio alto (7 en vitrocerámica) durante 10 minutos o hasta que empiece a hervir.
2. Apaga el fuego cuando la leche empiece a hervir.
3. Bate huevos con tenedor o varilla.
4. Corta la barra de pan para torrijas en rebanadas de 2 cm o equivalente al grosor del dedo gordo de la mano.
En algunas panaderías se vende pan especial de torrijas, sobre todo en época de Semana Santa. Este pan se caracteriza por ser más denso y consistente ya que necesita absorber bien la leche, dando como resultado una torrija más jugosa y sabrosa. Pero si no tienes lo puedes hacer con pan de barra duro o de un día anterior. ¡Y es una forma muy deliciosa de aprovechar el pan que sobra!
5. En una fuente tipo pyrex grande que tenga fondo pones todas la rebanadas de pan y vuelcas la leche caliente encima de cada rebanada.
Lo importante es que queden todas las rebanadas bien distribuidas y cubiertas con la leche
No hace falta que les de la vuelta porque tienen que estar bien cubiertas. Quedan sumergidas en la leche unos 3 minutos.
6. En una sartén grande pones un cuarto de litro de aceite de oliva a fuego medio alto (8 en vitrocerámica) hasta que el aceite se caliente.
7. Escurre la leche de la torrija con una espátula de silicona y la pasas por el huevo batido con la ayuda de una cuchara para mojar bien la torrija.
8. Fríe la torrija durante minuto y medio cada lado o hasta que se dore.
9. Para el almíbar haz caramelo con 3 cucharadas de azúcar y una cucharadita de agua. Luego añade 200 ml de agua y una cucharada de miel. Una vez hecho el almíbar, cubre por igual las torrijas en una fuente llana y honda tipo pyrex.
Si te ha gustado esta receta de torrijas caseras, también puedes probar nuestra receta de pain perdu.
Torrijas Caseras. Receta de la Abuela
Con esta receta de torrijas caseras vas a chuparte los dedos.
Pon en un cazo mediano un litro de leche con la rama de canela y la piel del limón (4 tiras de piel y sin lo blanco) y 2 cucharadas de azúcar. Déjalo a fuego medio alto (7 en vitrocerámica) durante 10 minutos o hasta que empiece a hervir.
Apaga el fuego cuando la leche empiece a hervir.
Bate huevos con tenedor o varilla.
Corta la barra de pan para torrijas en rebanadas de 2 cm o equivalente al grosor del dedo gordo de la mano.
En una fuente tipo pyrex grande que tenga fondo pones todas la rebanadas de pan y vuelcas la leche caliente encima de cada rebanada. Quedan sumergidas en la leche unos 3 minutos.
En una sartén grande pones un cuarto de litro de aceite de oliva a fuego medio alto (8 en vitrocerámica) hasta que el aceite se caliente.
Escurre la leche de la torrija con una espátula de silicona y la pasas por el huevo batido con la ayuda de una cuchara para mojar bien la torrija.
Fríe la torrija durante minuto y medio cada lado o hasta que se dore.
Para el almíbar haz caramelo con 3 cucharadas de azúcar y una cucharadita de agua. Luego añade agua y una cucharada de miel. Una vez hecho el almíbar, cubre por igual las torrijas en una fuente llana y honda tipo pyrex.
Este postre me encanta y te lo recomiendo si quieres dar un toque de color a tus postres para sorprender a los tuyos. En mi casa comemos mucho esta fruta, compramos las blanquillas y las conferencia.
¿Qué Tipo de Pera Usar?
Según la variedad de la pera, podemos comerlas a partir de verano o en otoño. Para esta receta, yo uso dos tipos, las blanquillas ( o de agua) que se recogen en verano, o la pera conferencia cuya recolecta es en otoño. Las primeras son muy jugosas, y las segundas son más dulces.
En mi casa, como en la de Víctor, este postre es un clásico que no puede faltar en la mesa. La receta que compartimos con vosotros es la de la madre de Víctor, gran fan y colaboradora de nuestro blog con recetas como la de la tarta de queso fría.
Este postres es muy fácil de hacer y está a la altura de comidas o cenas especiales. No sólo es un plato elegante, su mezcla de sabores de pera pochada con el vino tinto es único para el paladar.
¿Qué Tipo de Vino Usar?
Para este postre he usado un Rioja joven. No hace falta que compres un vino caro, porque sale riquísimo igual. He pagado 2,5€. Marcas de vino que he usado para este postre: San Asensio y Palacio de Beltrus.
Cómo Hacer Peras al Vino
1. En una cacerola alta, vierte un litro de vino, una cucharada de azúcar por pera (8 peras) y un vaso de agua (190 ml). Remueve un poco con una cucharada de madera a fuego lento (en el número 4 en vitrocerámica ) y ponle la tapa.
2. Pela las 8 peras (de agua o conferencia), dejándoles el rabito.
3. Una vez estén peladas, mételas dentro de la cacerola con el vino ya caliente. Deja que se cocinen una hora y cuarto a fuego lento (en el 5) con la tapa puesta, un poquito girada y entreabierta. Cada media hora asómate para ver como están. Se cocinan solas.
4. Después de una hora y cuarto, las peras están blanditas. Con ayuda de la cuchara de madera, agárralas una por una por el rabito y colócalas en el cuenco donde las vayas a servir. Ponlas de pie para la presentación.
5. Vierte el caldo en el cuenco donde están las peras. Si ves que el caldito de vino está muy líquido, déjalo veinte minutos más para que espese. Si no tienes tiempo, puedes poner el caldo diez minutos y a un fuego más fuerte (nivel 7).
6. Et voilà! Has cocinado una peras al vino riquísimas! ¡Ahora a disfrutar!
Puedes acompañarlo con nata líquida o montada. Recomiendo que las sirvas templadas.
Peras al Vino
Este postre es un clásico que no puede faltar en la mesa.
En una cacerola alta, vierte un litro de vino, una cucharada de azúcar por pera y un vaso de agua. Remueve un poco a fuego lento y ponle la tapa.
Pela las peras, dejándoles el rabito.
Una vez estén peladas, mételas dentro de la cacerola con el vino ya caliente. Deja que se cocinen una hora y cuarto a fuego lento (en el 5) con la tapa puesta.
Después de una hora y cuarto, las peras están blanditas. Con ayuda de la cuchara de madera, agárralas una por una por el rabito y colócalas en el cuenco donde las vayas a servir.
Vierte el caldo en el cuenco donde están las peras.
Et voilà! Has cocinado una peras al vino riquísimas!
¡En mi familia comemos buñuelos desde que tengo uso de razón!
¿Pero Blanca, estos buñuelos no son circulares? Cierto, estos buñuelos son típicos del sur de España y son característicos por tener un agujero en el centro.
Este plato tradicional forma parte de una costumbre familiar que hacemos una vez al año. Cuando llega la Navidad, todos viajamos a Arcos de la Frontera para celebrar en familia el comienzo de estas fiestas.
Mi tía abuela Chari nos invita a todos a ir su casa, que tiene un patio muy grande, y ahí es donde fríen buñuelos para celebrar el inicio de las fiestas navideñas. A esto le llamamos la buñuelada.
Nada más sacar los buñuelos del aceite hirviendo, los escurren y ponen azúcar por encima. Los van pasando con bandejas y, mientras la gente come buñuelos, comenta cómo le ha ido el año y sus nuevos propósitos para el próximo año.
El toque mágico es el vaso de chocolate calentito que acompaña a este manjar, ya que en el patio fuera hace un poco de frío en esta época del año.
Se podría decir que es una tradición parecida a la de los churros, pero aquí en Arcos se hace con buñuelos.
La forma de hacer la masa y freír estos buñuelos es un auténtico arte. Sin embargo, es un postre tradicional que se prepara de distintas maneras tanto en España como en países de Latino América.
Esta receta original del sur de España que comparto contigo es para que puedas vivir, de la mejor forma posible, la increíble experiencia que pasamos todos juntos en la buñuelada de Navidad.
Cómo Hacer Buñuelos
Los buñuelos es un postre hecho de ingredientes básicos como harina, agua, sal y levadura. En el proceso de elaboración, es muy importante seguir las indicaciones de la receta para hacer la masa y freírlos para que te salgan esponjosos, ligeros, no muy gordos y bien hechos por dentro.
1. En un bol grande, pon 250 ml de agua caliente (no hirviendo), una cucharadita de sal y 50 gramos de levadura fresca. Disuelve.
2. Pon 250 gramos de harina e integra con la mano.
3. Una vez integrado, pon el resto de agua y harina e integra con la mano.
¿Cómo Hacer la Masa?
La elaboración de la masa de buñuelos es clave para que te salgan unos buñuelos esponjosos y ligeros. La textura de la masa no es sólida ni muy líquida, es más bien pegajosa. La manera de mezclar la masa es muy importante: con la mano abierta, se va dando palmadas a la masa, sin aplastar ni amasar. Mezclas con la mano abierta hasta que toda la harina se haya integrado. Verás que se te pega en la mano mientras mezclas.
4. Cuando la mezcla no tenga grumos de harina, lo tapas con un trapo y dejas que descanse una hora para que leve. No lo tapes con papel transparente porque es importante que entre aire. Pon el bol cerca de una fuente de calor. Yo lo pongo dentro del horno apagado durante una hora. Cuando pase la hora verás que la masa está burbujeante y más alta, tanto que es posible que esté tocando el trapo. Ten en cuenta que la masa va a crecer.
¡Ya tienes la masa lista para freír!
5. Vierte abundante aceite de girasol en un cazo, y ponlo a fuego alto (nivel 8 en vitrocerámica).
6. Pon en un cuenco pequeño con agua y sal al lado del cazo. Esto es para mojar tus manos y que no se pegue la masa en tu mano cuando vayas a freírlo.
7. Cuando el aceite esté caliente, con las dos manos humedecidas agarra y estira la masa y con los dedos gordos haces un agujero en medio. Una vez has hecho el agujero en el centro lo dejas caer con cuidado en el aceite caliente.
8. Fríe los buñuelos de uno en uno hasta que se doren por los dos lados. Cuando se dora un lado, durante unos 45 segundos, le das la vuelta para que se dore por el otro lado. En total, el buñuelo se fríe en minuto y medio. Usa una espumadera para darles la vuelta.
9. Cuando los sacas, los dejas en un papel absorbente para que absorba el exceso de aceite. Luego los emplatas y espolvoreas azúcar por encima. Et voilà! Has hecho unos deliciosos buñuelos al estilo tradicional!
No hay dos buñuelos iguales, ¡cada uno tiene su forma!
Cómo Hacer Buñuelos. Receta Tradicional
Los buñuelos es un dulce tradicional hecho de ingredientes básicos como harina, agua, sal y levadura fresca. El arte está en cómo hacer la masa y freírlos.
En un bol grande, pon 250 ml de agua caliente (no hirviendo), una cucharadita de sal y 50 gramos de levadura fresca. Disuelve.
Pon 250 gramos de harina e integra con la mano. Mezcla con la mano abierta, dando palmadas a la masa, hasta que toda la harina se haya integrado.
Pon el resto de agua y harina e integra con la mano.
Cuando la mezcla no tenga grumos de harina, lo tapas con un trapo y dejas que descanse una hora cerca de una fuente de calor.
Vierte abundante aceite de girasol en un cazo, y ponlo a fuego alto (nivel 8 en vitrocerámica).
Pon en un cuenco pequeño con agua y sal al lado del cazo para mojar las manos.
Con las dos manos humedecidas agarra y estira la masa, y con los dedos gordos haces un agujero en medio
Fríe los buñuelos de uno en uno hasta que se doren por los dos lados. Cuando se dora un lado, durante unos 45 segundos, le das la vuelta para que se dore por el otro lado.
Saca los buñuelos del aceite y déjalos en un papel absorbente para que absorba el exceso de aceite. Luego los emplatas y espolvoreas azúcar por encima. Et voilà! Has hecho unos deliciosos buñuelos al estilo tradicional!
Esta receta de magdalenas caseras va a sorprenderte por su esponjosidad y sabor.
En el blog suelo hablar de postres que tienen el poder de llevarnos a nuestra infancia, ya que ese fue el principal motivo para crear este blog, pero también hay desayunos y meriendas que tienen ese mismo efecto sobre nosotros como es el caso de ¡estas magdalenas!
La magdalena destaca por la combinación de su sencillez y exquisitez al mismo tiempo. Recuerdo que, cuando era pequeña, las comía a la hora del desayuno o la merienda mojándolas en leche o untando mantequilla en una mitad. ¡Cómo disfrutaba comiendo este manjar!
Si nunca la has probado te recomiendo que lo hagas, y si hace tiempo que no lo haces, ahora tienes la oportunidad de hacer una magdalena casera. ¿No te apetece comer de merienda una magdalena recién salida del horno?
¿En que se diferencia de la magdalena francesa? Básicamente la principal diferencia es que la magdalena francesa se hace con mantequilla y la española con aceite de oliva.
Como Hacer Magdalenas Caseras
1. En un bol tamiza, con un colador o tamiz, 250 gramos de harina y 8 gramos de levadura.
2. En otro bol añade 2 huevos de tamaño L y 200 gramos de azúcar. Bate con una batidora de varillas a alta velocidad, durante 2 minutos, hasta que los huevos espumen y la mezcla adquiera un color pálido. Es preferible que los huevos estén a temperatura ambiente.
3. Añade poco a poco los ingredientes secos que has tamizado, con la ayuda de una cuchara, en la mezcla de los huevos y azúcar, mientras bates a media velocidad.
4. Añade 150 ml de aceite a la mezcla y bate con la batidora de varillas hasta que quede totalmente integrado. No te preocupes si ves la mezcla demasiado aceitosa al principio, a medida que vayas batiendo el aceite se integrará por completo en la masa.
5. Añade una cucharadita de extracto de vainilla y sigue batiendo hasta que se integre en la mezcla. Puedes añadirle ralladura de limón en lugar de vainilla, si lo prefieres.
6. Vierte 130 ml de leche entera en la mezcla y bate a alta velocidad durante tres minutos hasta que todo quede totalmente integrado. La leche también debe estar a temperatura ambiente.
¡Ya tienes lista la masa de las magdalenas!
7. Precalienta el horno a 180 grados arriba y abajo.
8. Prepara una bandeja de horno con moldes para cupcakes. Rellena cada cápsula con la masa hasta la mitad.
9. Mételas en el horno durante 20 minutos sin abrir la puerta del horno.
10. Cuando haya pasado el tiempo, y veas que la magdalena se ha dorado, sácalas del horno y deja que se enfríen 10 minutos. Et voilà! Acabas de hacer unas magníficas magdalenas caseras!
Si además de estas magdalenas, te gustaría tener más ideas para meriendas, aquí puedes encontrarlas!
Magdalenas Caseras
Esta receta de magdalenas va a sorprenderte por su esponjosidad y sabor.
A esa cena decidí llevar estos crepes con salsa suzette… y fueron todo un éxito!
Si quieres hacer una comida especial, estos crepes son una opción ideal para sorprender a tus invitados.
¿Se tienen que flambear siempre?
No siempre se flambean. Es cierto que el origen de estos crepes proviene de un accidente flambeando los crepes, pero están igual de deliciosos en caso de que no quieras hacerlo. Puedes añadir el licor mientras haces la salsa.
¿Quién inventó la Crepe Suzette?
La leyenda más difundida sobre el origen de este postre cuenta que, mientras un maitre preparaba unos crepes para el rey Eduardo VII, en ese momento Príncipe de Gales, se derramó e incendió accidentalmente en los crepes un licor de mandarina que había cerca. Este plato tuvo mucho éxito entre los comensales y el príncipe decidió que se llamara en honor a una joven que les acompañaba. Su nombre era Suzette.
¿Qué licor se utiliza para hacer estos crepes suzette?
En su origen, el licor que se utilizaba era Curaçao, pero hoy día se extendido el uso del licor de naranja como Grand Marnier o Cointreau. Hay personas que utilizan como sustitutivo brandy o ron.
¿Cómo se flambean los Crepes Suzette?
Una vez los crepes se han impregnado de salsa Suzette , y con la campana extractora apagada, se vierte el licor y se flambea con la ayuda de un mechero o soplete. Se pueden flambear en la sartén o delante de los invitados vertiendo en último momento el licor de naranja.
Cómo Hacer Crepes Suzette
Para hacer este postre, hay que tener en cuenta tres partes: los crepes, la salsa suzette y el flambeado.
Crepes
1. Derrite 50 gramos de mantequilla en el microondas durante 40 segundos. Reserva.
2. En un vaso de batidora, vierte medio litro de leche entera, 3 huevos, 250 gramos de harina, una cucharadita de sal, 10 gramos de azúcar y la mantequilla derretida. Bate con la batidora de mano a media velocidad hasta obtener una masa homogénea sin grumos.
3. Con un colador, cuela la mezcla y déjala reposar una hora a temperatura ambiente o media hora en el frigorífico si no tienes tiempo.
4. Una vez ha pasado el tiempo de reposo, pon un pegote pequeño de mantequilla sin sal en una sartén de 24 cm, a fuego medio alto, y espera a que la mantequilla se derrita. Entonces, con un papel de cocina extiende la mantequilla por toda la sartén.
5. Con ayuda de un cucharón, vuelca un poco de masa de crepe en la sartén y ve girando la sartén para que la mezcla se reparta bien, quedando una crepe finita.
6. Deja que se haga la crepe, sin tocarla, un minuto aproximadamente. Levanta un poco el borde con la ayuda de una espumadera y, cuando veas que ya está dorada, dale la vuelta y espera a que se haga el otro lado. Retira la crepe del fuego y vuelve a empezar con otra.
Salsa Suzette
7. Pela y corta la piel de una naranja y luego, con las 2 naranjas, haz un zumo. Consejo: la manera de cortar la piel es a la juliana; esto es, primero pela la piel, sin lo blanco, y luego corta de manera longitudinal esa misma piel en laminas muy finitas.
8. En una sartén a fuego medio, añade 100 gramos de azúcar y 100 gramos de mantequilla pomada. Remueve hasta que empiece a caramelizar. Cuando empiece a cambiar de color, vierte el zumo de naranja y la piel cortada de naranja. Consejo: si no quieres flambear, puedes añadir un chorrito de Cointreau en este paso.
9. Cuando la salsa empiece a espesar, es el momento de bañar los crepes en la salsa. En la sartén, impregna bien cada crepe con la salsa y después los doblas dos veces formando triángulos o pañuelos.
Flambear Crepes Suzette
10. Con la campana extractora apagada, rocía un chorrito de Cointreau sobre los crepes y flambea. Et voilà! Acabas de hacer unos riquísimos crepes suzette.
El crepe suzette original se flambea, pero si no quieres hacer este último paso, no pasa nada, los crepes van a estar igualmente riquísimos! Lo que puedes hacer es añadir el licor antes.
En un vaso de batidora, añade la leche, los huevos y la harina, una pizca de sal, 1 cucharadita de azúcar y la mantequilla derretida. Bate hasta obtener una masa homogénea sin grumos.
Con un colador, cuela la mezcla y déjala reposar una hora a temperatura ambiente ,o media hora en el frigorífico.
Una vez ha pasado el tiempo de reposo, pon un pegote pequeño de mantequilla sin sal en una sartén a fuego medio alto, y con un papel de cocina extiende la mantequilla por toda la sartén.
Con ayuda de un cucharón, vuelca un poco de masa de crepe en la sartén y ve girando la sartén para que la mezcla se reparta bien.
Deja que cuaje un minuto aproximadamente. Cuando veas que ya está dorada, dale la vuelta y espera a que se haga el otro lado. Retira la crepe del fuego y vuelve a empezar con otra.
Salsa Suzette
Pela y corta a la juliana la piel de una naranja y luego, con las 2 naranjas, haz un zumo
En una sartén a fuego medio, añade el azúcar y la mantequilla pomada. Remueve hasta que empiece a caramelizar. Cuando empiece a cambiar de color, vierte el zumo de naranja y la piel cortada.
Cuando la salsa empiece a espesar, es el momento de bañar los crepes en la salsa. En la sartén, impregna bien cada crepe con la salsa y después los doblas dos veces formando pañuelos.
Flambeado
Con la campana extractora apagada, rocía un chorrito de Cointreau sobre los crepes y flambea. Et voilà! Acabas de hacer las famosas crepes suzettes.
Siempre que voy al pueblo de mi abuela desayuno churros, ¡y me encantan!
Cada vez que pruebo un churro recién hecho, deliciosamente crujiente por fuera y tierno por dentro, me recuerda la suerte que tenemos que este plato forme parte de nuestra cultura popular.
Nos gusta acompañar los mejoreschurros con chocolate caliente cuando queremos celebrar momentos especiales como puede ser el desayuno de Año Nuevo o las meriendas de fin de semana con los niños. También nos gusta refugiarnos en el calor del churro y el chocolate durante las gélidas tardes de invierno., ya sea en casa o en una churrería.
El origen de los churros es un poco incierto, pues bien dicen que unos portugueses importaron la receta desde China a la Península Ibérica. Sin embargo, existe otra versión que dice que fueron los propios pastores españoles que inventaron este plato popular, de ingredientes básicos y de fácil elaboración, en el campo. El nombre de churro podría venir de las ovejas churras, una raza autóctona de Castilla y León.
La tradición del churro pasó del campo a los pequeños pueblos donde los churros se hacían en churrerías. Para mí no hay mejor olor por las mañanas que el de los churros y el pan recién hecho en los pueblos.
De pequeña veía esas deliciosas figuras como un producto de repostería avanzada e imposible de hacer; sin embargo, nunca imaginé que aprendería a hacer churros.
Cómo Hacer Churros Caseros
A simple vista el churro es masa frita hecha de harina, agua y sal. Además nosotros le vamos a añadir clara de huevo y van a quedar espectaculares! Aunque ahora no lo creas, los churros son muy fáciles de hacer. Para ello he desglosado minuciosamente cada paso de esta receta para que te salgan perfectos a la primera.
Se pueden presentar en forma de lazo, de bastón o rectos; eso ya depende de tu creatividad y tu habilidad con la churrera. Y la forma de comerlos es rebozando el churro en azúcar, o mojarlo en chocolate caliente.
Esta receta está inspirada en la receta de churros selectos de la Marquesa de Parabere, pionera de la gastronomía española.
Receta Fácil Paso a Paso
1. En un cazo pon 125 ml de leche, 125 ml de agua y una pizca de sal. Ponlo a fuego medio hasta que empiece a hervir.
2. Tamiza 150 gramos de harina sobre un cuenco pequeño, para luego añadir la harina tamizada al cazo con la leche y el agua. Cocina la harina durante un minuto y medio a fuego medio, a su vez ve removiendo sin que la masa se pegue a las paredes del cazo.
3. Retira el cazo del fuego y pon la masa en un bol. Añade una clara de huevo a la mezcla y sigue removiendo. Puedes amasar la mezcla con las manos, ¡pero cuidado con no quemarte!
Consejo para este tercer paso: Amasa con las manos hasta que la masa absorba la clara de huevo. Sabrás que la masa está bien hecha cuando se pueda moldear sin que se peguen trozos en tus manos.
4. Deja reposar la masa durante 10 minutos.
5. Mientras reposa la harina, vierte abundante aceite suave (> 200 ml) en una sartén (24 cm) y ponlo a fuego medio durante 8/9 minutos hasta que consigan alcanzar los 180 grados. Para medir bien la temperatura, uso este termómetro de cocina.
10 minutos después…
6. Una vez el aceite está listo, con la masa haz la forma de un cilindro y mételo en una churrera. En esta ocasión he hecho 10 churros rectos de 10 cm cada uno; pero puedes hacer lazos, bastones, círculos o cualquier otra forma que te guste.
Consejos para este sexto paso:
Puedes freír los churros directamente en la sartén o ponerlos en papel horno para luego freírlos.
Te recomiendo usar una churrera. Si no tienes, otra forma de hacer los churros es usando una manga pastelera con una boquilla con forma de estrella.
7. Fríe los churros durante 3 minutos cada lado hasta que se doren. En total los churros están en la sartén 6 minutos aprox.
8. Saca los churros de la sartén con una espumadera y colócalos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Deja reposar durante unos minutos.
9. Pon 100 gramos de azúcar en un cuenco pequeño y reboza en azúcar los churros recién hechos. ¡Y a disfrutar de unos churros caseros crujientes por fuera, tiernos por dentro y recién hechos!
Si te gustan las recetas tradicionales, prueba a hacer este riquísimo arroz con leche.
Cómo Hacer Churros. Receta Fácil y Casera
Si quieres desayunar o merendar churros, con esta receta lo tienes muy fácil. Los ingredientes son: harina, agua, sal y clara de huevo. ¡No podrás dejar de comerlos!
En un cazo vierte la leche y el agua, y añade una pizca de sal. Ponlo a fuego medio hasta que empiece a hervir.
Tamiza la harina y añádela al cazo con la leche y el agua. Cocina la harina en el cazo durante un minuto y medio a fuego medio.
Retira el cazo del fuego, pon la masa en un bol y añade una clara de huevo a la mezcla. Sigue removiendo. Puedes poner la masa en un bol y amasar con las manos.
Deja reposar la masa durante 10 minutos.
Mientras reposa la harina, vierte abundante aceite suave (> 200 ml) en una sartén de 24 cm y ponlo a fuego medio durante 8/9 minutos hasta que consiga los 180 grados.
Una vez el aceite está listo, con la masa haz la forma de un cilindro y mételo en una churrera.
Fríe los churros durante 3 minutos cada lado hasta que se doren. En total los churros están en la sartén 6 minutos aprox.
Saca los churros de la sartén con una espumadera y colócalos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite
Pon 100 gramos de azúcar en un cuenco pequeño y reboza en azúcar los churros recién hechos. ¡Y a comer!